La enseñanza de la ciencia política en las universidades latinoamericanas: apuntes para una agenda de Introducción Uno de los hechos que refleja la constitución de una disciplina como un campo autónomo, y más todavía su consolidación, es la reflexión sobre
##plugins.themes.bootstrap3.article.main##
Resumen
Uno de los hechos que refleja la constitución de una disciplina como un campo autónomo, y más todavía su consolidación, es la reflexión sobre sí misma y los aspectos sustantivos que la constituyen como tal (García Selgas 1994). Hay cuestiones que todavía no han sido satisfactoriamente saldadas en el caso de la ciencia política: por ejemplo, aún no hay un consenso suficiente acerca de cuándo los estudios políticos se constituyen en un campo disciplinar autónomo (Bulcourf y Vazquez 2004). Desde la visión de “ciencia política en sentido amplio” de Bobbio, a la concepción de la politología como una ciencia eminentemente norteamericana que se autonomizó a finales del siglo XIX expandiéndose en la segunda posguerra por todo el globo, podemos advertir diferentes gradientes en lo ateniente a lo qué es ciencia política y qué no lo es. Así pues, para algunas posturas la ciencia política nace a partir de los escritos de Platón y Aristóteles sobre las instituciones de las polis griegas, en donde los estudios comparativos sobre las formas de gobierno de Aristóteles constituirían el punto de partida de un área central de la politología como es la política comparada (Bobbio 1882). Esta visión se corresponde con la visión de “ciencia política en sentido amplio” o “ciencias políticas”, donde es compartido el objeto y el modo de abordaje con otras disciplinas como el derecho, la historia, la filosofía política o la economía. Para los críticos de estas visiones señalan que esta falta de escisión del objeto de estudio es lo que no nos permitiría afirmar que estamos frente a una ciencia (en sentido moderno) separada de otras ramas del conocimiento, sin por ello negar los aspectos compartidos que pueden presentar las diversas ciencias sociales. El cisma en donde se desprende el campo de lo político de la matriz filosófica y normativa se constituye con el advenimiento de la modernidad, donde las transformaciones que estaba experimentando la unidad política en relación con la constitución del Estado-nación moderno despertaron el interés y reflexión de Nicolás Maquiavelo. Los procesos de constitución de la matriz antropocentrista y secular determinaron la constitución del objeto de la política como independiente de la estructura ética y normativa: definiéndola como la conquista y mantención del poder por parte del príncipe. La autonomía de lo político, de otras esferas de la vida social, queda establecida a partir de estas teorizaciones.