“Deben ser los gorilas, deben ser” o la actitud dividida de Argentina frente a la libertad vs. la solidaridad constante de la unión universitaria latinoamericana

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Analhí Aguirre

Resumen

El término “gorila” pertenece a esas voces de los pueblos que tienen el poder para separar a todo un país. Según distintas versiones, parece que el significado doble de la palabra proviene de una obra ficcional donde existe un científico alcoholizado que se asusta con cualquier ruido estruendoso que escucha y, ante cualquier escándalo, exclama: “deben ser los gorilas, deben ser”. Un país desunido, es decir, polarizado, difícilmente puede alcanzar un desarrollo significativo, no sólo cuando se trata de calidad de vida, sino también en lo que se refiere a excelencia humana. Desde esas épocas –es decir más de medio siglo después- Argentina sufre una ruptura al ras, que en la actualidad se siente como si el tiempo no hubiese avanza do. Ser “gorila” es ser de derecha, defenestrar con odio –casi nazi o “fachista”- a los seguidores de la izquierda acérrima o aproximada, rechazar a las personas con color de tez más “oscura” que la del común de los “argentinos criollos”, obstaculizar a los extranjeros, castigar toda medida populista que haga que la gente necesitada no se vuelva “vaga” y no quiera trabajar por el bien de un país que es de “todos”.


 

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Biografía del autor/a

Analhí Aguirre, Unión de Universidades de América Latina y el Caribe

Maestra en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudiante de doctorado en Teoría Literaria, especialización en género,  espacio y psicoanálisis. Universidad Autónoma  Metropolitana-Unidad Iztapalapa.