El papel de la universidad en la construcción de la ciudadanía
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Resumen
A más de 200 años de haber sido proclamada la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, llama la atención que aún siga siendo un anhelo incumplido para muchos pueblos y una demanda para diversos movimientos sociales en el mundo. La idea moderna de la ciudadanía, originada principalmente en Inglaterra y en la Francia revolucionaria del siglo XVIII, formó parte de los discursos emancipadores de quienes encabezaron la lucha por la independencia de las naciones latinoamericanas y caribeñas, a principios del siguiente siglo (Dessalines, Hidalgo, Morelos, Bolívar, San Martin, Sucre y Artigas, entre otros). En la actualidad, estos derechos no han sido plenamente garantizados y su violación ocurre con frecuencia, sobre todo en regímenes políticos autoritarios. Si bien el ejercicio de la ciudadanía se reconoce como la forma más adecuada de convivencia en las sociedades contemporáneas, diversas situaciones que ocurren en la actualidad indican que aún hay insuficiencias importantes. En algunos países se observan todavía niveles importantes de Intolerancia religiosa y de restricción a la libertad de expresión. Hay ataques contra minorías y en varias naciones imperan el autoritarismo y la corrupción. Y ni qué decir de las persistentes desigualdades sociales, que en muchos casos en vez de disminuir se agudizan de manera incontenible. Sigue pendiente, en este sentido, la pregunta que en los años 90 se planteaba el sociólogo francés Alalin Touraine “¿Podremos vivir juntos?”