Las instituciones educativas construyen memorias que amparan su vocación, trazan su destino y cuestionan su presente. Memorias gélidas enfrentadas a interpretaciones cálidas, cargadas de contra-discursos son la riqueza de las casas del pensamiento, la creatividad y la inteligencia. Pero las instituciones educativas son más que su propia historia, bronceada por la intensidad de movimientos contestatarios de sus actores, por la luminosidad de su pensamiento o por las rasgaduras de su tejido institucional.

DOI: https://doi.org/10.36888/udual.universidades.2014.61

Publicado: 2014-10-01